Entrega de ropa y calzado en los cerros. Septiembre de 2012
Llevar el material no es tarea fácil, hay que hacerlo a pie por un camino duro.
Los niños siguen a nuestros voluntarios con ganas y curiosidad.
Los niños hacen fila para ir pillando sus nuevas ropas y zapatos.
Y se sienten felices cuando reciben su nueva ropita
No hubo muchos zapatos en esta visita, pero los que repartimos tendrán buen uso.
A ratitos la emoción produce un pequeño caos, pero es lindo.
Algunos niños sienten que somos extraños y ponen caritas de temor, pero no somos extraños.
Es lindo ver las caritas de emoción de los niños.
Cuando acabamos, siempre quedan niños sin atender, y nos queda una sensación de rabia y tristeza.
Échanos una mano si puedes... cualquier pequeña ayuda es algo enorme en los cerros de Trujillo.