¿QUÉ SUCEDIÓ?
Viajé a Perú y las palabras, de pronto, se volvieron trazos. Pasé de la poesía a la línea sin querer, pero sabiendo todo lo que me jugaba en ese cambio (al fin y al cabo, aquello, como esto, era 'decir'). Sé que mis propuestas no tienen base alguna que pueda sustentarlas como algo, pero para mí es un juego fantástico, un juego 'todo y nada' que me propicia expresión libre y conocimiento de mí mismo.
GRINGO LUCHO soy yo, igual que ese otro aquel que ardía cuando un verso decía lo que debía decir y como debía decirlo... igual que cuadraba un apotegma o un pequeño aforismo para ser algo más que palabras.
No pretendo otra cosa que expresarme y, si se tercia, conseguir que alguno de vosotros añada un pensamiento a su cabeza.